Los terrier tipo bull
Dentro del grupo de los molosos y
perros de presa, la familia de los terrier tipo bull tiene por derecho
propio un lugar destacado. Casi todo el mundo, incluso el lego en la
materia, ha oído hablar alguna vez de la fortaleza y tenacidad
legendarias del pit bull - exageradas en el imaginario popular hasta el
paroxismo- o es capaz de reconocer la peculiar silueta de un bull
terrier inglés. Y es que razas como las que acabo de citar, junto al
american staffordshire terrier y al staffordshire bull terrier, son casi
ubicuas, habituales de cualquier certamen canino que se precie, imagen
de campañas publicitarias y centro de polémicas en la prensa
sensacionalista.
En
los años 30 el pit bull "Pete the Pup"- hijo del mítico "Earl´s Tudor
Black Jack"- aparecía en la serie televisiva "La pandilla"
En
este artículo pretendo hacer un recorrido general desde el origen de la
estirpe hasta el momento en que surgen razas diferenciadas y
perfectamente estandarizadas, deteniéndome con especial atención en la
fase de desarrollo de cada uno de los grupos.
Orígenes:
Los
terriers tipo bull son, en esencia, el producto del mestizaje entre
molosos y terriers; esa es la verdad fundamental, avalada por todas las
fuentes históricas y aceptada por la casi totalidad de expertos, a
excepción de algún que otro excéntrico de los que hablaremos más
adelante, que a día de hoy no han sido capaces de argumentar con datos
nada de lo que dicen.
El segundo punto que hay que
tener claro es que el origen geográfico de este conjunto de razas es
originariamente Gran Bretaña, más tarde algunos de los miembros de la
familia se terminaron de consolidar en EE.UU. y otros incluso acabaron en lugares tan exóticos como la India
– recordemos a los bull terrier tipo Hinks exportados a las colonias
británicas del Punjab. Pero el punto de partida inicial fue en todos los
casos el mismo: Inglaterra, Escocia e Irlanda.
Los perros tipo "alaunt" eran
comunes en las islas británicas ya en el Medievo, se ha escrito y
teorizado mucho acerca de su llegada desde Europa continental y tiempo
habrá en este blog de abordar ese tema, por el momento nos quedamos con
la hipótesis que yo suscribo acerca de la íntima relación entre pueblos
de estirpe indoeuropea y molosos. Con lo cual parece bastante probable
que los primeros canes de ese tipo llegasen con los celtas que hacia el
siglo V a.C. , es posible también que los romanos al conquistar Britania dejasen allí sus propios perros ( siglo I ) y
que sobre este acervo o “pool” genético se superpusiese una vez más lo
aportado por las sucesivas invasiones que sufrieron las islas por parte
de pueblos germanos – anglos, sajones y jutos – y escandinavos – daneses
y normandos; en definitiva, todos pueblos indoeuropeos de tradición
guerrera y con perros poderosos.
En
cualquier caso, hacia finales de la baja Edad Media , ya casi en Alta
Edad Moderna, tenemos noticias que indican que de ese grupo de molosos
tantas veces mitificado, los "alaunt" , han surgido ya tipos raciales o
morfológicos – no hablo de razas, porque no existía la cría selectiva ni
el concepto de estándar- bastante
diferenciados. Uno es el de los perros estilo mastiff – la imagen que
todos tenemos de un moloso tipo dogo de gran envergadura, con una
estructura ósea muy poderosa y empleado en labores de guarda- y otro el
de canes afines al "bandogge" – no confundir con lo que hoy se entiende
por bandog – que es claramente un perro de presa empleado en tareas
variadas como la persecución de cazadores furtivos en los bosques del
rey, caza mayor y auxiliar de los carniceros. Esto, naturalmente, no es
más que una simplificación hecha por los estudiosos , tomando como
referencia los pocos términos recogidos en manuscritos, tratados de
montería y textos diversos de la época ; en las sociedades medievales, y
por extensión en casi todas las anteriores a la revolución industrial,
no hay un criterio unificado ni tan siquiera para ponerse de acuerdo en
las unidades de peso y medida – algo cotidiano en las labores
comerciales- entre lugares que distan unas pocas leguas, con lo cual que
nadie piense que en la Inglaterra
de los siglos XIV, XV o XVI todo el mundo se refería al mismo tipo de
animal cuando citaba el término bandogge. Además tenemos el problema de
la inexistencia de cría estandarizada, con lo cual la falta de
uniformidad racial sería una constante lógica, provocando, por poner un
ejemplo, que en determinadas zonas geográficas los molosos de presa
fuesen claramente braquicéfalos y de mordida prognática, y en el condado vecino de tipo mesocéfalo y con mordedura en tijera.
Este
cuadro de George Coll que representa a los primeros mastiffs nos da
idea de la falta de uniformidad racial en etapas anteriores a la
estadarización.
Lo
que si se tiene claro es que ya hay testimonios del siglo XIII acerca
de ciertos espectáculos populares, que enfrentan a un tipo de moloso ya
más ligero contra un toro. Me refiero, por supesto, a la ya clásica
referencia al conde de Stamford, William
Earl Warren, que en 1209 divertido al presenciar como un grupo de
carniceros azuzaban a sus perros contra un par de toros fugados, decidió
donar el prado donde había tenido lugar tal lance a la Unión
de Carniceros para que cada año comprasen un toro bravo con la idea de
repetir este “juego” sangriento. La historia nos puede haber llegado más
o menos deformada, pero nos da una idea del origen de este tipo de
tradiciones, que por otro lado estaban extendidas por toda Europa y que
en España desembocarían en la tauromaquia – no olvidemos los grabados de
Goya que reflejan la “suerte de perros” dentro de la lidia.
Grabado de Goya que refleja la "duerte de toros" dentro de la lidia
De este modo actividades como el “bull baiting” y el “bear baiting”- aquí el perro se enfrenta a un oso- ya eran algo absolutamente extendido en tiempos de la reina Ana I Estuardo (1665-1714), existiendo en la ciudad de Londres una
zona específica llamada “Hockley-in-the-Hole” , muy cerca de la actual
calle Farringdon, en la zona centro, donde semanalmente se ofrecían este
tipo de espectáculos. Mientras, en las pequeñas poblaciones alejadas de
la capital, como Stamford y Tutbury , se continuaba con estas
tradiciones medievales con una periodicidad anual.
Dibujo que representa al típico bulldog del siglo XIX
Los
juegos consistían básicamente en atar a un toro o un oso- se llegaron a
utilizar leones y leopardos- a una pieza de hierro firmemente fijada al
suelo a través de una cadena de unos 9 metros de longitud – 30 pies- y
que entonces los perros se abalanzasen sobre el animal y lograsen
inmovilizarlo. Para darle más intensidad al enfrentamiento era común
irritar las mucosas nasales del toro con pimienta. Existían otras
variedades de lucha en las que un perro en solitario se enfrentaba a la
res y trataba de sujetarla y derribarla mordiendo exclusivamente en los
ollares.
Viñeta satírica de tipo político en la que Abraham Lincoln aparece junto a un "old bulldog"
Y es en este caldo de cultivo de peleas de toda condición, donde se va fijando como tipo racial el antiguo bulldog inglés, que a tenor de los grabados de la época tenía un aspecto similar al de razas como el bulldog americano actual y algunos mestizos de pit bull o american staffordshire terrier. Era por tanto una evolución de los molosos medievales estilo dogo, que a lo largo de la Edad Moderna y con toda probabilidad a través de tipos intermedios como el bandogge, había ido evolucionando hasta reducir su talla, adquiriendo así mayor funcionalidad.
Pintura que representa a los clásicos perros que participaban en espectáculos de "bullbaiting"
Hacia
finales del siglo XVIII y principios del XIX se llevan a cabo
mestizajes de estos "old bulldog" con terriers, buscando así aumentar el
fondo físico y la combatividad, cualidades muy útiles en las peleas de
perros que cada vez se hacían más populares. En1802 un proyecto de ley
para la supresión del “bullbaiting” llega a la Cámara de los Comunes británica, pero es paralizado por 13 votos, no obstante, en 1835 el Parlamento aprueba finalmente una
ley relativa a la crueldad contra los animales en la que se prohíbe de
forma expresa la práctica del “bullbaiting”, “bearbating” y similares.
Esto provoca que nuevos “entretenimientos” menos espectaculares y
costosos, y que por tanto podían pasar más desapercibidos y burlar así
la nueva ley, como las peleas
de estos primitivos “bull and terriers” o las competiciones de caza de
ratas ( "ratbaiting" ) , se consoliden y comiencen a extenderse por
todas las zonas urbanas. Eran actividades clandestinas, pero causaban
menor alarma social que los espectáculos con toros y osos, de modo que
las autoridades hacían la vista gorda.
Aportación genética de perros tipo terrier:
Antes
de nada, debemos de tener claro que los terrier en el contexto del
siglo XIX no eran más que otra gran familia de perros, un tipo racial o
un grupo morfológico, como se le quiere llamar, pero jamás un conjunto
de razas, porque como ya he repetido varias veces en este blog: sin
estándares y selección zootécnica no se puede hablar de razas. Los
llamados terriers no eran sino perros “terreros”, esto es, canes
alimañeros, especializados en la caza dentro de huras y bregados durante
generaciones en la lucha constante contra tejones, nutrias, ratas etc.
Esto determina un tipo físico muy específico, son por tanto ejemplares
de reducido tamaño, fibrosos, con buena dentadura y sobre todo muy
corajudos, animales bravos acostumbrados a enfrentarse en inferioridad
de condiciones a enemigos terribles- imaginemos por un momento a un
tejón europeo de 10 o 12 kilos, atrincherado en su madriguera, esperando a que un terrier asome la cabeza…
Terrier de la época participando en una competición de "ratbaiting"
De
modo que no tenemos que pensar en los actuales west highland white
terrier, scotish o yorkshire, hemos de fijarnos en razas como los fell,
patterdale, jag, manchester o jack russell terrier, para hacernos una
idea del tipo de animales que contribuyeron con sus genes a la
conformación de toda una nueva casta. Lo más importante de la herencia
terrier en el tipo de perro mestizo que estaba naciendo fue el llamado
“game” o "gameness" , un término que cualquier aficionado al pit bull
maneja habitualmente- a menudo sin entenderlo muy bien- y que en
resumidas cuentas hace referencia al instinto de pelea natural, a la
extraordinaria combatividad que - siguiendo el ejemplo de unas líneas
más arriba – llevaba a un pequeño perro a meterse de cabeza en la
madriguera de un tejón enfurecido, dispuesto a vender cara su vida, y
que en esas circunstancias jamás cejase en su empeño por hacer presa en
el objetivo, para terminar sacándolo fuera de la hura. Ese es el
verdadero origen de la “finura” – término que se emplea tradicionalmente
en los países de lengua castellana para referirse al “game” y que
deriva del mundo de las peleas de gallos- que posteriormente, modelado
en los reñideros durante decenios, se hizo algo indisociable de los
terrier tipo bull – al menos en teoría, porque ya iremos viendo que la
evolución y desarrollo de los diferentes representantes de esta amplia
familia fue dispar.
De
izquierda a derecha: patterdale terrier, jack russell terrier y
manchester terrier, tres razas actuales que ejemplifican a la perfección
el tipo de perros terreros que se emplearon en los mestizajes con el
"old bulldog"
Ciñéndonos a los acontecimientos históricos podemos establecer con seguridad aportes de terriers blancos y
terriers negro y fuego, estos últimos antecesores del actual terrier de
manchester. Pero más allá de eso no hay nada claro, porque los primeros
cruces fueron arbitrarios y cuando se planteó una cría más selectiva ya
fue sobre ejemplares mestizos.
Nace la familia terrier tipo bull:
Hacia 1850 nos encontramos con estos
mestizos de antiguo bulldog y terrier que ya se han consolidado como una
nueva tipología racial; se hacen cada vez más populares y se los
empieza a conocer con nombres variados: “pit
dog”, “staffordshire fighting dogs” , “bull and terrier”, “bull
terrier”, “half and half”, “ blue paul “ (en principio una variedad
escocesa caracterizada por un color gris azulado), “yankee terrier” y
“pit bull dog” (en EE.UU.) , “bull
dog terrier” o simplemente “bull dog” – todavía hoy en día en el mundo
anglosajón mucha gente se refiere a los american pit bull terriers con
este nombre olvidándose de la herencia terrier.
"Bull and terrier" primitivo producto de los primeros cruces
Son
animales que rara vez superan los 12 kilos de peso y destinados a la
llamada lucha en el hoyo (el “pit”) ; el grado de especialización es tal
que empiezan a surgir líneas de sangre con modos particulares de
pelear: algunos atacan frontalmente, otros poseen un grandísimo fondo
físico, los hay que se lanzan a morder las patas, etc.
Y
en este punto es donde se da la primera gran división dentro de la
familia de los terrier tipo bull, al separarse la línea americana de la
europea.
Terriers tipo bull en Estados Unidos:
1º) American pit bull terrier y american staffordshire terrier:
Con
al emigración de trabajadores procedentes de Gran Bretaña e Irlanda a
Estados Unidos, llegaron también sus perros, en las ciudades de la costa
este del país comienzan a proliferar fosos donde estos recién llegados
“juegan” a los canes y el dinero de las apuestas pasa de mano en mano.
La entrada de los “bull and terriers” del Viejo Continente se produce en
dos fases, en la primera (desde el siglo XVIII hasta 1861) destaca
principalmente un ejemplar llamado “Spring” que fue importado en 1857
por un tal McCaffrey y que marcó toda una época. Sin embargo la guerra civil norteamericana (1861-65) acabó con casi todos los linajes y hubo
que esperar a la posterior oleada de inmigrantes para que los “bull and
terriers” se asentaran definitivamente en el territorio de EE.UU.
Cartel de la I Guerra Mundial en el cual vemos representado a Estados Unidos por un terier tipo bull
Obviamente,
en ese periodo sigue sin existir una selección racial vinculada al
aspecto o a la adecuación a un estándar, porque lo único que importa es
la combatividad de los ejemplares y su capacidad para ganar peleas, y así de paso engordar la cartera de sus dueños. Los enfrentamientos se
hacen por categorías de pesos y parece iniciarse entonces un progresivo
aumento en el tamaño medio de los ejemplares con respecto al tronco
británico; la razón está en la mejora de las condiciones económicas en
el nuevo país de acogida, que permitía alimentar mejor a los animales, y
probablemente en la relajación de las leyes locales que no sancionaban
en modo alguno estas actividades, con lo cual no era necesario esconder a
los perros y la mayor corpulencia dejaba de ser un handicap para
aquellos que hasta ahora se habían movido en la clandestinidad.
Después de la Guerra
de Secesión es cuando llegan a tierras americanas algunos de los perros
más famosos como Pilot o Paddy, importados por “Cockney” Charles Lloyd,
un inglés originario del "East End" londinense que obtenía sus perros en la zona de Walsall, una pequeña localidad del llamado “Black Country” , el área más industrial en la Inglaterra del XIX y vivero de “bull and terriers” de calidad.
Cockney ”Charles Lloyd con sus míticos perros "Paddy" y "Pilot"
Décadas más tarde aparecerían los perros del irlandés John P. Colby, línea que sentaría las bases de lo que luego sería el american pit bull; a esta se le unen muchas otras sangres procedentes de la vieja Irlanda como Corcoran, Gas House, Lightner o Noonan, junto a otras estrictamente británicas del tipo de Tudor, Corvino o Farmer.
Pincher, un conocido perro de línea Colby
A finales del XIX toda esta
casta de perros gladiadores goza de una salud y un desarrollo
envidiables en tierras americanas, y es entonces cuando Chauncy Bennet
decide formar el UKC
(United Kennel Club) con el objetivo de llevar un registro legal de los
“pit dogs”, ya que los clubs cinófilos de reciente creación no
reconocían a estos como raza. Al parecer fue idea de Bennet denominar a
estos perros como american bull terrier, pues el término “pit” tenía
connotaciones negativas. No obstante años después la misma UKC retomaría
la denominación completa.
American
pit bull contemporáneo de líneas 100% seleccionadas por y para las
peleas ; el tipo físico, contrariamente a lo que muchos piensan, es
mucho más ligero y fibrado que el de un perro de exposición
En 1909 sería la ADBA ( American Dog Breeders Asociation) la
que iniciaría su andadura con un libro de orígenes específico; el
creador de esta nueva asociación fue Guy McCord, un irlandés de Chicago,
y John P. Colby, íntimo amigo del anterior, el segundo de a bordo y a la postre máximo impulsor del proyecto.
Pit bull común
En
este punto podemos decir que los terrier tipo bull comienzan a ser una
raza, o al menos dan los primeros pasos en ese sentido, ya que los
criadores empiezan a plantearse cuestiones más allá de la funcionalidad
en un ring de pelea. Existen registros de nacimientos, pedigríes y
algunos se plantean cuestiones relativas al fenotipo, al aspecto físico
que estos canes han de tener.
1936 es la fecha clave en el desarrollo de los “bull and terrier” norteamericanos, ya que en ese momento un grupo importante de criadores del UKC, descontentos por no poder competir en pruebas de belleza y conformación física aceptan un ofrecimiento del AKC (American Kennel Club) para obtener un reconocimiento oficial de su raza. El problema que se plantea es que los criadores ingleses ya habían registrado bastantes años
atrás perros de una raza denominada “ bull terrier” (el tipo Hinks) ,
que era el nombre con el cual se identificaban realmente los criadores
del UKC, y
para colmo una denominación alternativa como “staffordshire bull
terrier” también había sido reconocida en Inglaterra tan solo un año
antes, con lo cual finalmente debieron optar por el nombre “american
staffordshire terrier”. El topónimo “Staffordshire” que tan extraño le
puede resultar a algunos aficionados, deriva el condado homónimo, el
cual estaba enclavado en el ya citado “Black Country” británico , zona
minera e industrial por antonomasia de la cual habían salido multitud de
perros tipo “bull terrier” ; de hecho alguna de las denominaciones no
oficiales para referirse a toda esta casta incluía ese término y desde
luego, tras descartar expresiones como “bull terrier” o “bull and
terrier”, era preferible ésa a otras que hacían referencia a su
condición de perro de pelea.
Sobre estas líneas dos impresionantes fotografías con ejemplares de american staffordshire terrier
Aquí
es donde se produce una nueva división importante dentro del grupo. A
partir de este momento los perros del registro UKC que habían pasado a
ser reconocidos por el AKC – parece un galimatías, lo sé…- inician una andadura en solitario para no volver a cruzarse jamás con las líneas de sangre de asociaciones como la ADBA
; son, tal y como ya hemos dicho, los american staffordshire terrier
(AST o AMST). Esta nueva raza está, en principio, totalmente alejada de
los rings de pelea y es tratada como un perro más de exposición, con
estándar claramente definido que determina proporciones, colores, tamaño
etc.
Mientras tanto la ADBA, y el UKC
– lo que queda de él tras el nacimiento del american staffordshire
terrier- siguen su andadura con el concepto de perro conocido en todo el
mundo como american pit bull terrier. Poseen también estándares –
diferentes entre sí- pero está claro que lo que más peso tiene en sus
procesos de selección es la funcionalidad. Con el correr del tiempo será
la ADBA
la que se lleve todos los honores al ser internacionalmente reconocida
como la máxima autoridad en todo lo relacionado con el american pit bull
terrier (APBT) , mientras que la UKC
pasa a ser la perdedora y a quedarse en una extraña posición
equidistante, ya que en sus libros de orígenes continua sin reconocer
por mucho tiempo la diferencia entre APBT y AMST .
2º) Otras razas y tipos afines de la rama americana:
A) Boston Terrier:
Existen
muchas otras historias interesantes relativas a la familia bull terrier
americana, que son desconocidas en gran medida por el gran público, por
ejemplo, pocos saben que el boston terrier procede de los llamados
“bull terrier de cabeza redonda”, los “pit dogs” más cercanos a los primeros ejemplares británicos que llegaron a Nueva Inglaterra
con las primeras oleadas de trabajadores industriales. Se cita a un
perro llamado “ Hooper´s Judge”, un “bull and terrier” de 14 kilos de
peso, que fue comprado por Robert C. Cooper en 1860, y que al ser
cruzado con otra perra de parecidas características, “Gyp”, dio origen a
toda una línea que culminó con el nacimiento de Barnard´s Tom, el
ejemplar al que todos consideran como el primer paso en el camino hacia
lo que luego sería el boston terrier.
Boston terrier
Esta
sucesión de cruzas entre mestizos de bull dog y terrier en la ciudad de
Boston nos lleva hasta 1870, fecha en la que se presenta públicamente
este nuevo tipo racial al que se denomina simplemente “bull terrier de
cabeza redonda” o “american terrier”. En 1891 se crea el club oficial y este solicita al AKC ser admitido bajo la denominación de “American Bullterrier Club”; en 1893 el cinófilo y escritor James Watson considera que es
conveniente un cambio de nombre que aleje a la raza en ciernes del
estigma de las peleas y se adopta el de Boston Terrier Club, siendo así admitidos y reconocidos oficialmente por el AKC.
B) Tipos afines y diversas razas con influencia “bull and terrier”:
La
huella de estos perros la podemos rastrear en muchas otras razas y
tipos morfológicos, de este modo parece bastante claro que el bulldog
americano – descendiente de los primeros old bull dogs ingleses llegados
al continente a finales del XVII y principios del XVIII- puntualmente
pudo recibir aportes de sangre de la nueva casta de mestizos, máxime si
tenemos en cuenta que la inmigración británica e irlandesa se produjo en
varias oleadas que se fueron superponiendo, alternando zonas rurales y
urbanas como lugar de destino. Y lo que por supuesto está fuera de toda
duda es la utilización muy reciente de APBT y AST para diversos
proyectos de recreación y recuperación de “old bulldog”.
Ejemplar de american bulldog con un fenotipo que muestra una clara influencia "bull and terrier"
Perros
como el catahoula leopard dog también han sido mestizados en diverso
grado, tanto para reforzar sus cualidades como animales de presa, como
para crear nuevos tipos intermedios – de hecho últimamente han surgido
APBT color merlé que atestiguan estos cruces.
Mestizo de pit bull y catahoula leopard dog
Pit bull color merlé que indica cierto grado de mestizaje con catahoula leopard dog
Y
por supuesto no podemos olvidarnos de los “bandog” en todas sus formas y
combinaciones, una tipología canina que en su origen viene a ser un
mestizo de APBT con algún tipo de gran moloso como el mastín napolitano,
el mastín inglés o el bullmastiff. Aunque en los últimos años este tipo
de combinaciones se han ido complicando más y más, hasta el punto de
añadir tres y cuatro razas distintas, en detrimento de la aportación
terrier tipo bull.
Ejemplares de bandog
Para
acabar quedarían toda la larga lista de mestizos imposibles que algunos
criadores americanos se empeñan en dar carácter de raza, hay tantos
como uno se pueda imaginar: APBT x AST , Boxer x APBT, Boxer x APBT x
American Bulldog , APT x Patterdale terrier , Malinois x APT, etc, etc.
Mestizo de pastor belga malinois y pit bull terrier
Terriers tipo bull en Gran Bretaña:
El
desarrollo de la familia en el lado Este del atlántico viene marcado
por las limitaciones de la legislación británica y la sensibilidad
heredada de la Ilustración
del siglo XVIII, todo lo cual hace que la misma hostilidad hacia los
espectáculos sangrientos, que ya había finiquitado el "bullbaiting",
comience a debilitar el espectáculo del “pit dog”. De este modo muchos
empiezan a plantearse la necesidad de conseguir canes con un aspecto más
estético y así abrir la vía de los certámenes de belleza a estas razas.
1º) Bull Terrier inglés y bull terrier miniatura:
James
Hinks , un irlandés pobre emigrado a Birmingham, hacia 1850 decide
tomar a los “pit dogs” ingleses de la época y comienza una cría
selectiva con el objetivo de conseguir formas más esbeltas y con cabezas
menos achatadas. Para ello lleva a cabo cruces con terriers
blancos y con dálmata, ya que además buscaba una capa lo más clara
posible para sus ejemplares. No se sabe con seguridad, pero parece que
también pudieron existir cruzas con greyhounds , pointer español - un
perro de cobro antepasado de razas como el perdiguero de Burgos- e
incluso foxhound. Al aficionado contemporáneo le pueden resultar algo
exóticos estos cruces fuera de la esfera terrier, pero en el contexto de
la época resultaba del todo natural introducir sangre de lebreles y
perros de caza creyendo que estas podría dotar a los canes resultantes
de mayor velocidad, instinto predatorio y avidez en la presa- tengamos
en cuenta que los “bull and terriers” más ligeros también eran
excelentes perros ratoneros y alimañeros.
Bull terrier inglés prototípico de principios del siglo XX
En
etapas posteriores algunos cinófilos hablan de la posible influencia
del collie y el borzoi ruso, con el objeto de dar a la cabeza del bull
terrier su peculiar forma “apepinada”, aunque estas teorías caen en el
campo de la especulación porque no existen pruebas documentales.
En
cualquier caso, el fin último era obtener un perro con cualidades
extraordinarias en el aspecto funcional y al tiempo muy armónico de
líneas, y parece que lo consiguió, ya que el bull terrier tipo Hinks
pasó a conocerse con el nombre de Caballero Blanco.
En
1862 fue presentado en las exposiciones de belleza londinenses y a
partir de ese instante continúa desarrollándose en dos variedades de
color – blanco y manchado- y en dos tamaños – de menos de 5 kilos y por
encima de ese peso, que con el tiempo evolucionaron hasta las actuales
variedades estándar y miniatura.
En
1895 sufrió otra importante modificación en la selección, ya que el
corte de orejas fue prohibido, con lo que hubo que empezar a criar con
ejemplares de orejas erectas de forma natural.
En la
primera instantánea bull terrier manchado- variedad que se obtuvo
volviendo a cruzar con los antiguos "bull and terrier"- y en la
siguiente un ejemplar con la clásica capa blanca de la raza
Una
curiosidad en la historia de esta raza es la transformación estética
que ha sufrido a lo largo del siglo XX, ya que habiendo sido
seleccionado con la idea de obtener un perro de líneas esbeltas, andando
el tiempo, y como consecuencia de las modas, ha acabado siendo uno de
los representantes de la familia terrier tipo bull de aspecto más
rotundo y tosco.
2º) Bull terrier de Stafordshire:
Lo
inevitable tenía que llegar, así que finalmente algunos de los
criadores y aficionados más importantes, que veían como el mundo del
“pit fight” tocaba a su fin, decidieron pasar a la oficialidad. El 25 de
mayo de 1935 es reconocida la raza por el Kennel Club británico,
curiosamente dos meses antes de que se fundase el club oficial – en
junio del mismo año. Los estatutos y el estándar fueron redactados en el
“Old Croos Guns”, un pub de la zona de Black Country, donde Joseph Dunn
y otros 30 fanáticos de la raza se reúnen con este objetivo.
El
término Staffordshire fue añadido para distinguir a la raza del bull
terrier de James Hinks, y al igual que en el caso del AST es un homenaje
al condado de las Midlands del cual, por tradición, salieron la mayor parte de “pit dogs” ingleses.
Grupo de stafforshire bull terrier
Reseñar,
por último, que en la década de los 80 algunos criadores británicos
comenzaron a importar perros de Irlanda, ya que consideraban que el tipo
más puro, el más cercano a los auténticos perros de pelea del XIX,
había sobrevivido en tierras de la isla vecina. Al parecer es cierto que
los irlandeses nunca dejaron de pelear a sus perros, hasta tal punto
que algunos consideran al staffordshire bull terrier irlandés una raza
definida, y así se refiere en muchas webs y publicaciones. Además el
añadido “irlandés” al nombre original de la raza, es empleado a menudo
en Inglaterra en los anuncios por palabras de los periódicos para
indicar que lo que se está vendiendo es un auténtico perro de pelea y no
un ejemplar de exposición. Por supuesto, el club oficial del
staffordshire bull terrier se desmarca totalmente de este movimiento de
"recuperación".
Ejemplar
de pelea de irish bull terrier , variedad de perro que algunos
criadores llegaron a emplear en los 80 en sus cruzas con el
staffordshire inglés con el objeto de volver a la antigua pureza de las
líneas de perros de "pit".
3º) Otros:
En las islas británicas la sangre de “bull and terriers” e incluso directamente de “old bulldog” también se puede rastrear, en menor medida, en razas
como el airedale terrier, que en su proceso de estandarización tuvo
aportes de este tipo con el objeto de dotarlo de mayor fortaleza y
capacidad de presa, o en el plummer terrier - cruce de jack russell,
beagle, bull terrier y fell terrier rojo.
La amplitud de caja torácica del plummer nos da pistas de su sangre bull terrier
La influencia de la familia terrier tipo bull en el resto del mundo:
Fuera
de EE.UU. y Gran Bretaña podemos rastrear su influencia en razas
actuales como los gull terr pakistaníes o los bull terr de la India; ambas castas tienen su origen en los bull terrier tipo Hinks llevados por los británicos en la época victoriana.
Gull terr , raza descendiente de los bull terrier tipo Hinks llevados a Pakistán
Y tampoco debemos olvidar a los bull arab australianos, que entre otras herencias llevan la del bull terrier inglés estándar.
El perro de presa australiano por excelencia, el bull arab
El presa canario en sus diversos cruces ha recibido aportes genéticos de bull terrier, pit bull y american staffordshire.
Presa canario, un moloso con herencia genética de terriers tipo bull
En
las categorías de peso más ligeras los tosas inu empleados en las
peleas de Japón- donde son legales- están también mestizados con pit
bulls.
Cruce de tosa y APBT
Argentina
también tiene su propio tipo de mestizo de sangre pit bull, se trata
del pampa, una cruza con dogo argentino bastante popular hace unas
décadas.
Pampa
El dogo argentino, símbolo de toda una forma de entender la caza mayor en el Cono Sur
Y el mismo dogo, emblema de la
cinofilia argentina, lleva en sus venas sangre bull terrier, tanto por
su herencia del perro de pela cordobés como por los sucesivos cruces que
pusieron en práctica los hermanos Nores Martínez.
La lista podría ser larguísima, porque en cada rincón del planeta hay alguna estirpe con influencia “bull and terrier” en alguna de sus formas, lo cual no hace sino confirmarnos el gran prestigio que tiene esta familia canina a nivel global.
La lista podría ser larguísima, porque en cada rincón del planeta hay alguna estirpe con influencia “bull and terrier” en alguna de sus formas, lo cual no hace sino confirmarnos el gran prestigio que tiene esta familia canina a nivel global.
Controversia sobre el origen de los “bull and terrier” en los últimos años:
Dejo
para el final el asunto de algunas voces disonantes, a las que ya hice
referencia en el tercer párrafo de este escrito, que cuestionan la
influencia terrier en algunos miembros de este grupo racial canino, en
concreto me refiero al APBT. Según Richard Stratton existirían razas,
como el bull terrier o el staffordshire bull terrier inglés, que sí que
procederían de un mestizaje, pero en cambio, tanto el american pit bull
terrier como el american stffordshire terrier serían una evolución del
clásico "old bulldog inglés", que en América habría conservado todas las
aptitudes de antaño e incluso las habría potenciado; mientras que en
gran Bretaña, por culpa de las exposiciones de belleza, la raza habría
ido cambiando hasta convertirse en un mero perro faldero.
En España existe otro defensor de una teoría similar, se trata de Mariano Peinado, el
responsable de Villa Liberty kennels, que se hizo bastante mediático a
raíz del asunto de los llamados “perros peligrosos” a finales de los 90.
Este hombre sigue las ideas de Stratton, pero añadiendo algo todavía
más exótico, y es que al parecer el “old bull dog” no sería otra cosa
que el antiguo alano español que en los siglos XVI y XVII se fue
extendiendo por toda Europa a través de campañas militares. Con lo cual,
en definitiva, el actual APBT es un alano ibérico moderno.
Estas
hipótesis pueden ser más o menos divertidas, pero carecen de todo
fundamento histórico y no se apoyan más que en especulaciones sin
ninguna base documental. A lo sumo, en el asunto de la influencia de
alano, o antiguo perro de toro español, sí que parece probadas algunas
importaciones puntuales para refrescar la sangre inglesa realizadas en
el siglo XIX - de hecho existen registros de compras realizadas en 1840,
1868 y 1873, en las que figura el comprador y los perros adquiridos-
pero más allá de eso no se puede atribuir un origen ibérico al bulldog
inglés, y mucho menos al APBT.
TODO ESTO SE LO TENEMOS QUE AGRADECER A www.molososyperrosdepresa.com POR SU COLABORACION. GRACIAS
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